Hay que tener presente que un equipo de descanso lo componen la base, el colchón y la almohada. Cada uno de estos tres elementos es fundamental para el cuidado y la salud de nuestra espalda.
COLCHÓN: La medida aconsejable en los colchones y bases es 10 cm. más de largo que la altura de la persona que duerma; de ancho al menos 90 cm. para una cama individual y 150 cm. para cama doble.
FIRMEZA: El colchón sobre el que dormimos debe ser firme y recto, a la vez que mullido y confortable como para que se adapte a la forma de nuestro cuerpo. Un colchón excesivamente duro es tan perjudicial como uno demasiado blando. En los dos casos nuestra columna adopta posturas obligadas e inadecuadas y nuestros músculos tienden a contracturarse.
ALMOHADA: Debemos elegir una almohada dependiendo de la postura que adoptamos al dormir así como de nuestra corpulencia.
Si dormimos boca arriba, la almohada ha se ser baja y blanda para asegurarnos el apoyo de las cervicales sin llegar a obligarlas.
Si dormimos de costado – y según nuestra corpulencia- , la almohada debe ser de altura media o alta como para rellenar el hueco que hay desde la mejilla al hombro y así respetar el eje de las cervicales.
RENOVACIÓN DEL EQUIPO DE DESCANSO: El equipo de descanso debe renovarse en general cada 10 años o en cuanto notemos algún cambio que afecte a nuestro descanso.